Muchos y muy recientes han sido los acercamientos del sludge y el hardcore metálico a los páramos yermos del black metal: lo del black metal no son tierras fértiles, pero sí proclives a la germinación de nuevas e interesantes especies si se le agrega el subgénero musical adecuado. A poco que hayáis estado atentos durante los últimos cinco años sabréis de qué bandas os hablo. En este sentido, grande es la labor de promoción acometida por el sello galo Throatruiner con las bandas de su tierra. Antes de escuchar uno de sus lanzamientos ya te formas una idea en la cabeza con el sonido que vas a encontrar: caos, blast beats, oscuridad y violencia. Creo no puede haber mayor satisfacción para un sello que ésa.
http://www.youtube.com/watch?v=hCoQ-RM4ZZ0
Throatruiner está comandado por una persona, Matthias Jungbluth, y entre otras cosas destaca por la coherencia de sus planteamientos con los tiempos que nos ha tocado vivir. Todos sus discos están subidos a la red como descarga legal a 320 kbps: nada de transcodes; no hay trampa ni cartón aquí. Con esa propuesta es difícil ocultar mi simpatía hacia esta iniciativa. Pero más lo es cuando nos encontramos ante lo que considero el cénit de la hibridación de géneros que persigue este sello. Ha sido una lucha de cinco años al pie del cañón. En su lanzamiento número cuarenta y dos podemos decir alto y claro que la mezcla entre la disonancia típica de la escena blacker francesa contemporánea y el sludge oscuro y retorcido propio también del underground galo ha sido perfecta. Equilibrada y orgánica, esta unión de subgéneros metálicos fluye en cada escucha con una facilidad pasmosa.
Lowgazers es un lanzamiento para celebrar y compartir, y precisamente uno de aquellos que son endiabladamente difíciles de asir con descripciones verbales. Sólo se le honra escuchándolo. Ojalá se le haga justicia en las consabidas listas de lo mejor del año.
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