Era la primera vez que Portishead tocaban en Madrid, y las expectativas estaban tan altas como si hubiera sido 1994 y Dummy estuviese recién publicado. Portishead se mueven a una velocidad distinta y su baja densidad compositiva solo queda justificada por una trilogía discográfica con un nivel de perfección al alcance de pocos artistas.
Sin tiempo para poder juzgar la actuación de los teloneros Thought Forms, un trío que se mueve en coordenadas donde priman los ambientes drone y sugerentes formas de shoegaze —bastante recomendable para todos los amantes de lo “darks”—, llegué justo para disfrutar una de las actuaciones más imponentes que haya visto en mi vida. Sobre un escenario respaldado por sencillas pero poderosas proyecciones, Beth Gibbons aparecía postrada ante el micrófono preparada para hipnotizarlos de dolor, respaldada por una banda liderada por Geoff Barrow que conseguía un sonido (desde atrás) mejor incluso del esperado, rotundo y fuerte en los beats y pulcro y definido en los detalles.
Haciendo un buen repaso a su discografía, reto fácil de superar con la altísima densidad de hits de los de Bristol, supieron intercalar temas más rítmicos con otros más lentos. Momentos álgidos todos en base a la constante de hacer ponernos los pelos como escarpias, no obstante sí que podemos destacar los íntimos momentos como los de Wandering Star, con Beth cantando sentada y embrujando a todo el Palacio de los Deportes, suspendido en silencio y colgado de su último aliento; y la continuación con Machine Gun, donde su armamentístico beat se acompañó de imágenes de guerra, sufrimiento y declive de la civilización occidental. Épico por supuesto el momento Odisea En El Espacio del puente, donde un sol dorado emergía hacia el amanecer. Increíble la conjunción del sonido y los componentes visuales.
Tras el éxtasis vocal de Gibbons en Threads, un buen repaso a sus temas noventeros como Cowboys y Glory Box, auténticos himnos adornados con sus característicos scratches, y recurso al único tema nuevo no incluido en disco —Chase The Tear—, el grupo reservó para los bises los enormes Roads y Carry On, desatando el agradecimiento de un público en el que —me jugaría un dedo— no hubo nadie que pudiera salir descontento. Gibbons también debió de quedar encantada porque también bajó a saludar al público de las primeras filas.
Lo de Portishead fue un ejemplo de libro de cómo realizar una actuación impecable. Beth Gibbons es una cantante fuera de nivel y Portishead uno de los mejores grupos habidos y por haber.
Foto: Arashi
Setlist:
- Silence
- Nylon Smile
- Mysterons
- The Rip
- Sour Times
- Magic Doors
- Wandering Star
- Machine Gun
- Over
- Glory Box
- Chase the Tear
- Cowboys
- Threads————
- Roads
- We Carry On
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