Continuamos con nuestro TL;DR sobre el Primavera Sound. Hoy hablaremos sobre el que era el día más prometedor para un servidor. Como hablaremos de mil bandas, vamos al lío:

Jueves

L’Hereu Escampa

Con todo el hype de poder estar en el Primavera Sound, nos presentamos a primera hora para disfrutar a tope del día. La primera banda que cayó fueron L’Hereu Escampa, formación catalana de hardcore punk con muchos momentos de emo noventero que, si bien pareció gustar, a mi no me dijo demasiado. Quizás el problema que pudieron tener era tocar en un escenario tan grande. De todas maneras no me hagáis mucho caso, porque es una banda que no me termina de cuajar.

Woods

Un concierto que me dejó un regusto raro. Sus partes folk, lo siento, pero no me convencen, creo que van para un público en el que no encajo: niñas pijas. Sin embargo cuando se ponen más psicodélicos/progresivos me parecen unos auténticos titanes, tanto por su habilidad con los instrumentos como por su capacidad compositiva (se marcaron un tema de unos 15 minutos que sonó a gloria). Pensaba que me iban a gustar más, porque su  Bend Beyond me agrada bastante, pero no hubo suerte.

Tame Impala

Había mucha curiosidad por ver cómo sonaban en directo estos herederos de Pink Floyd. Para nuestro gozo, pudimos constatar que lo de esta banda no es hype de un día, y son tal como promete su Lonerism: unos putos cracks. La banda tocó lo mejor de sus dos primeros discos , con unas acertadas proyecciones de fondo, y se desenvolvieron en el escenario más grande del festival como si fueran una banda mucho más rodada (de hecho fueron la mejor banda que llegué a ver en el escenario Heineken). Estos chavales han llegado para quedarse.

Dinosaur Jr.

Tenía muchas ganas de ver a Mascis y compañía, pero quizás el hecho de haberme enganchado con ellos a partir del Farm hizo que me perdiese entre tanto hit antiguo (y eso que le he dado cera a toda su discografía, pero quizás me falte el contexto). A nivel instrumental impecables, a nivel vocal no tanto, me dejaron muy frío. Tras un rato me fui a coger sitio para The Postal Service.

The Postal Service

Uno de los conciertos más esperados era la vuelta a los escenarios de The Postal Service, caso curioso de grupo que, con un solo disco, lo petó tan fuerte en su día como para merecer un puesto de honor en el “prime time” del Primavera Sound. El concierto fue de lo glorioso (los temas más míticos de Give Up) hasta lo que rozó la vergüenza ajena (esos momentos tipo Pimpinela de Ben Gibbard con su acompañante feminina). Los temas nuevos resultaron ser entre aburridos y malos, y seguro que más de uno pensó que se podían haber marcado un “The Postal Service plays Give Up”. Quizás para dentro de unos cuantos Primavera Sound. De todas maneras, no penséis que el concierto me desagradó: Ben demostró ser un gran frontman, los temas antiguos suenan geniales en directo y en general la banda demostró una perfecta sintonía en el escenario (incluso aunque se atreviesen a intercambiar instrumentos). No fue el mejor concierto del festival (creo que tampoco nadie esperaba eso de ellos), pero fue un ejercicio de nostalgia más que satisfactorio.

Hot Snakes

Apatecían pogos en el Primavera Sound, y Hot Snakes nos dieron el material suficiente para incendiar las primeras filas de ATP. Con un sonido ensordecedor, y sin ningún tipo de juego de luces, estos americanos soltaron trallazo tras trallazo en un concierto libre de artificios, que consiguieron levantar a base de actitud y temazos. Con un inicio muy marcado por su genial Thunder Down Under nos hicieron sudar durante una hora. Refused, aprended un poco de esta gente, no hace falta tanta pose ridícula para poner a la gente a darse empujones, sólo actitud y emoción. Y eso mismo derrochan Hot Snakes.

Death Grips

El escenario ATP reunió los sonidos más contundentes del día. Y cuando uno pensaba que ese escenario no podía sonar más alto, llegaron Death Grips para demostrar que ellos pueden romper más tímpanos que nadie. Sin Zach Hill, un hiperactivo MC Rider y un contundente Flatlander nos castigaron sin descanso con los temas más violentos y electrónicos de The Money Store y No Love Deep Web. Pude ver muchas caras de asombro entre el público y no fue para menos: Death Grips llegaron al escenario, nos violaron bien duro y tras terminar se despidieron sin darnos ni siquiera un besito de buenas noches. Creo que en el libro El Neuromante se hablaba de una música pegajosa capaz de hacerte vibrar todo el cuerpo. A eso suenan Death Grips.

Fuck Buttons

Otros que tal bailan. Nuestros oídos todavía tenían que pasar por un directo que Fuck Buttons, que por mucho que se les califique como “noise para todos los públicos” no dejan de ser muy ruidosos. Delante de una gigantesca bola de discoteca, se centraron en su nuevo disco (Slow Focus, todavía sin publicar), aunque nos dejaron 4 joyitas de su discografía que sí conocemos: Surf Solar, Flight of the Feathered Serpent, Olympians y Okay, Let’s Talk About Magic. Sus progresiones a base de añadir capas y más capas sobre ritmos simples son ideales para entrar en trance. Y ojo con su nuevo disco, que podemos constatar que así de primeras pinta genial.

Animal Collective

Llamadme loco, pero de Animal Collective lo que más me gusta son sus extravagancias y bizarradas sonoras, y aunque el escenario imitando la portada de Centipede Hz hacía pensar que el concierto iba a tirar por esos derroteros, la versión light de sus temas más conocidos hizo que su directo resultase desangelado. Fiel reflejo de esto fue su interpretación de My Girls, que sonó sin fuerza ninguna cuando es un tema que en disco tiene un ritmo totalmente irresistible. La experiencia de ver a Animal Collective intentando sonar a banda “normal” fue decepcionante, aunque tampoco desastrosa: a pesar de todo, suenan más interesantes que muchos hypes de momento.

John Talabot

Por suerte le pudimos ver en sala el día anterior con Pional tocando su Fin, porque cuando estuvimos viéndolo estaba en modo pastillero. Después de la ruidera del tridente Hot Snakes, Death Grips y Fuck Buttons no apetecía mucho. NEXT.

Toundra

Mientras esperábamos a que se abriese el metro, nos pasamos a ver que tal les iba a Toundra. Sólo pudimos escuchar Espírita, pero parecían estar dándolo todo y contando con buen sonido. Mejores sensaciones que en el concierto de Madrid.

Y esto es todo. Próxima entrega: disección de lo que aconteció el viernes de festival, que prometemos que no será tan ladrillo :_D.

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