Continuamos nuestra crónica del Primavera Sound 2014 correspondiente al viernes, un día que se vió empañado por una lluvia a media tarde, pero que no impidió que disfrutaramos de algunos conciertos fabulosos, y otros no tanto.
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The Last 3 Lines
Tharandur
Los vi un ratito así que tampoco me voy a extender mucho, pero me sorprendió la buena factura que tenían sus temas en directo, sonando tan ricos como en directo. The Last 3 Lines tienen los mimbres para ser mucho más reconocidos de lo que son.
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Oso Leone
Tharandur
Para mí la gran sorpresa del festival. Estos chavales practican una suerte de rock progresivo con cierto poso post-rockero, muy elegante y fluído: una propuesta muy madura para ser sólo una banda tan joven y con solo dos discos. Y por si fuera poco, tienen una soltura encima del escenario que pasma. No sé cómo sería su concierto en el ATP, pero el de Hidden Stage fue precioso.
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Loop
Tharandur
Lo que decía ayer con The Ex se aplica en esta parte a Loop: banda mítica que sólo conocía de nombre antes del Primavera, que me han llamado la atención antes del Primavera y que me han confirmado las buenas sensaciones que me daban en directo. Con una afluencia no muy grande la banda desarrolló sus reiterativos temas de rock-psicodelia de manera bastante sólida. Me dió pena no haberlos llevado más escuchados.
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Haim
Remem0rama
Sigo diciendo que ojalá todo el pop fuera como lo que hacen estas tres chicas porque tiene tanta fuerza y un sustrato musical tan amplio que es difícil aburrirse. Concierto con garra y actitud —quizás a veces la bajista puede llegar a asustar a los niños pequeños con sus caras— en el que disfrutamos de temas más rhytm’n’blues, otra parte más emotiva, y un tramo final bastante rockero con remate de tamborrada primitiva.
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Slowdive
Tharandur
Una de las incógnitas que tenía este año era saber cómo se iban a comportar Slowdive en directo tras tantos años parados, sabiendo además que el shoegaze es un género que suele naufragar en directo, lo cuál siempre me ha mosqueado bastante. Pues bueno, Slowdive llegaron a Barcelona para principalmente dos cosas: una, dar una lección de cómo mantener inmaculadas sus etéreas atmósferas en directo y, dos, para fliparlo con la calurosa acogida que tuvieron (las caras de la cantante eran un poema de amor al público). My Bloody Valentine tienen que aprender mucho de los directos de esta gente.
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Pixies
Remem0rama
¿Cómo te sentirías si tuvieras un grupo relevante y los temas en los que realmente consigues sacar al público mayoritario de la apatía los compusiste en el año 88? Supongo que Pixies no viven ya su época dorada, pero me llamó mucho la atención que las reacciones solo fueron eufóricas cuando sonaron temas tan conocidos Here Comes Your Men o Debaser. En lo personal el concierto se hizo un poco cuesta arriba. Algunos temas antiguos no me dijeron particularmente nada y otros más recientes también funcionaron de forma irregular.
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Prurient
Tharandur
Noise hay de dos tipos: el que tiene hasta cierto punto ritmo y estructura del que se intuye una intencionalidad, y el aleatorio y absurdo que aburre tras cinco minutos. Por desgracia lo perpetrado por Prurient se puede categorizar en el segundo grupo.
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Deafheaven
Tharandur
Los chicos de moda del black metal suponían uno de los platos más extravagantes del día, y había cierta expectación por ver que tal se defendían en directo. Creo que hubo bastante diversidad de opiniones, pero a mi me convenció su faceta en directo, con un sonido más guarro (no sé si intencional o no) y con los continuos bailes y poses de su cantante. Supieron resumir muy bien su aún escueta discografía sin abusar mucho de interludios que podrían haber chafado el conjunto (como ocurre en Sunbather).
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Kvelertak
Tharandur
Pena no poder haberlos visto enteros por el retraso que había en el escenario Pitchfork (donde tocaron Deafheaven), pero por suerte pudimos ver la mayoría del concierto de estos locos noruegos. Entre muchos aspavientos y sudor la banda sacó su lado más garrulo para dar un concierto bastante festivo, que en muchas ocasiones recordaban a unos Turbonegro en versión metalera. Soy de los que prefieren su faceta más seria y black metalera, pero su directo me pareció incontestable.
Remem0rama
La dosis necesaria de pogo, sudor y headbanging para el festival. Lo de los noruegos fue una potente fiesta cervecera, en la que nos hicieron rockear de lo lindo. Buena parte de culpa la tiene el carisma de su descamisado frontman, todo un bersekerer bebedor de sangre de oso. La muralla de sonido de sus tres guitarras no es que consiguiera un sonido muy fino, pero tampoco se echó en falta.
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Jesu
Remem0rama
Justin, no se puede ir con menos. Su guitarra de siete cuerdas, un bajista acompañante y su tradicional Mac. No es que el sonido fuera bastante cutre, es que su drone aburrió soberanamente con temas bastante insulsos. Hay que tener en cuenta la hora —las 3 de la madrugada— y la somanta física que ya llevábamos encima. Una improvisación hubiera sido más entretenida que el plomo del setlist.
Tharandur
Voy a romper una lanza a favor del bueno de Justin. Vale que no era la hora más adecuada para la música de Jesu. Y vale que es algo cutre que tire tanto del Mac (cosa que no debería ser nueva para cualquiera que le haya visto en directo en cualquiera de sus proyectos). Y también acepto que el setlist fue mejorable. Pero aún con todo eso, consiguió meterme en su música y pasar un buen rato disfrutando en esas atmósfera que sólo Jesu parecen saber evocar. Me gustó más que la anterior vez que los vi en la primera edición del Amplifest, a mejor hora y con un setlist indudablemente mejor.
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Vatican Shadow
Tharandur
Mini tirón de orejas a la organización, porque la Boiler Room (una mini carpa de electrónica que se estrenó en esta edición) se quedó claramente pequeña y contaba con una visibilidad bastante nula. Aparte que nadie controlaba que allí no se pudiese fumar, lo que hacía bastante insufrible el ambiente. Las bases de Vatican Shadow castigaban sin piedad, pero el mal acondicionamiento del sitio hizo que saliéramos antes de tiempo de su concierto.
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Laurent Garnier
Tharandur
No dudo que este hombre sea un crack, pero lo que pinchó en el escenario Ray-Ban fue techno house de lo más simple e insípido de nivel que parecía amateur. Una decepción mayúscula.
Continuará…