Tras el parón de cinco días que ha tenido Criptomúsica, volvemos de nuevo al lío con la crónica de la novena edición del Resurrection Fest que, un año más, se celebraba en Viveiro, un pequeño pueblo de la costa norte de Galicia que durante unos días se convirtió en la capital mundial del hardcore, el metal y el punk. En esta ocasión, el Resu encaraba su edición más grande: un recinto más amplio, más variedad de grupos y tres escenarios que, esta vez sí, competían en igualdad de condiciones.
Con la ampliación a cinco días de la programación del festival, nos plantamos allí el día 29, lo que nos dejó un día y pico para poder conocer mejor el pueblo de Viveiro y establecernos con más tranquilidad. La zona de acampada, en un parque público, justo al lado de la playa, está muy bien situada, cerca de supermercados, cafeterías y los baños y duchas. Un punto para el ayuntamiento de Viveiro es la organización de esta acampada: limpieza diaria y la posibilidad de utilizar las duchas del campo de fútbol cercano son sin duda un detalle clave para poder disfrutar mejor del entorno. Además, el buen ambiente entre los allí congregados siempre es una gran baza para que la experiencia sea mejor si cabe.
Con las pilas a tope, nos enfrentábamos al primero de tres días de mosh pits, walls of death, circle pits y demás palabros, y así el Resurrection Fest comenzó su edición de 2014, la novena de su historia, con uno de los resus más variados y mejor organizados, con tres escenarios diferentes: el Ritual Stage, para el metal más extremo, el Chaos Stage, para el hardcore (y demás géneros -core), y el Monster Main Stage, donde se dejaron caer los pesos pesados del festival: Megadeth, Gojira, Down, Testament, Red Fang, Amon Amarth, Angelus Apatrida… en definitiva, esos grandes nombres que hacen del Resu un lugar que merece la pena visitar.
Un festival que presenta 70 grupos es algo muy complicado de manejar, sobre todo si tenemos en cuenta que son tres días, desde la una de la tarde en adelante, un horario brutalmente temprano que, en mi opinión, deberían haber retrasado un poco más la apertura ya que hizo que me perdiera algunos grupos que tenía bastante interés en ver (perdón, Teksuo, Vortice, Minor Empires, Havok) y además, es prácticamente imposible aguantar hasta las cuatro de la mañana el día anterior y pretender levantarse para estar listo a la una de la tarde en el recinto. Por otro lado, un reconocimiento enorme a la organización por la titánica tarea de tener que cuadrar a todos los grupos para que no se solapasen. Se agradece no tener que elegir.
Pero bueno, pequeñas cosas aparte, el Resurrection Fest de este año fue toda una experiencia brutal y que, desde aquí, recomiendo encarecidamente a todos aquellos que aún no hayan pisado tierras viveirenses a que vayan a conocer un pueblo volcado con un festival construido con esfuerzo y desde cero, que nos deja un buen sabor de boca para su edición de 2015, que será el décimo aniversario del mismo. Sin más, vamos a echar un ojo más de cerca a algunos de los conciertos que presenciamos en esta edición.
El concierto con el que inauguramos el festival. Red Fang practican un stoner bastante cañero que nos sacudió el polvo a todos y nos metió en vereda. La gente empezó pronto con los mosh pits y los circle pits (más por las ganas que porque la música invitara a ello). El concierto comenzó un poco más tarde pero no defraudó: un puñetazo de abrasador stoner que sonó bastante bien, directo y con un sonido bastante compacto. Fue un concierto que se hizo corto, pero que dio tiempo para repasar algunos temas de la discografía del grupo de Oregon, que desde 2009 lleva metiendo caña a la escena stoner internacional. Un buen aperitivo para el Resurrection Fest 2014.
Uno de los conciertos estrella del festival pero que fue bastante soso y decepcionante. El grupo de Dave Mustaine ha conocido épocas mejores y eso era algo perceptible en el concierto que ofrecieron esa noche: aburrido, sin garra y sin apenas fuerza, Mustaine no dio la talla como vocalista (litros y litros de alcohol pasan factura) y apenas tuvo algún momento donde dejara ver al autor de discos como Rust in Peace (1992). Lo mejor del evento fue, sin duda, Chris Broderick, uno de los mejores guitarristas que ha tenido este grupo y que estuvo impecable. Abriendo con Hangar 18, Megadeth fueron repasando los grandes éxitos del grupo (Tornado of Souls, Symphony of Destruction, Peace Sells…But Who’s Buyin’?, A Tout Le Monde) para finalizar con un bis de Holy Wars…The Punishment Due. Un concierto que pasó con más pena que gloria. Try again, Megadeth.
Tierra llamando a Samplerlandia. Hacktivist fueron de los últimos grupos en ser confirmados y yo tenía bastante interés en verles puesto que me parecían una propuesta bastante interesante y original. Los creadores (involuntarios) del Nu Djent Metal se presentaron ante el público del Resu con fuerza pero cuyo efectismo fue lastrado por el hecho de que, a pesar de llevar una guitarra, sonaban cinco y el sonido no estuvo a la altura. Y eso está bastante bien en un disco, pero en un directo queda bastante cutre. El concierto en sí no estuvo mal, sonaron bastante potentes pero había bastantes cosas que chirriaban. Supongo que es una de esas ocasiones en las que un grupo de sala intenta hacer lo mismo en un festival con un resultado bastante cutre. Para mi, quedan a la espera de una segunda oportunidad.
Llegamos al mejor concierto del primer día, y sin duda, uno de los mejores (sino el mejor) de todo el Resurrection Fest 2014. Además, tuvimos el placer de compartir charla y fotos con el cantante, que ante la falta de púas de The Ocean nos regaló de Red Fang. Uno de los conciertos más intensos, en carga emocional de las canciones y en potencial musical, y de los que mejor sonó sin duda. La voz de The Ocean nos regaló a todos una lección magistral de lo que debe ser un vocalista, aunque a partir de la mitad se resintió vocalmente, secuela seguro de las operaciones a las que ha sido sometido. Hablar de The Ocean es hablar de un grupo que juega tantísimo con las atmósferas emocionales que es capaz de llegar muy dentro: directos, compactos y eficientes, se marcaron uno de los mejores shows que he vivido en un festival.
NOTA: Este post es original de Criptomúsica y lo podéis ver aquí: http://criptomusica.com/2014/08/06/play-it-loud-resurrection-fest-2014-31-de-julio-parte-1/. Es un blog bien majo, así que ya que estamos os recomendamos que lo visitéis 🙂