Dos años más tarde, Riverside volvían a España para presentar su último disco Shrine of New Generation Slaves con tres ciudades en la agenda: Madrid, Barcelona y Pamplona. La cita madrileña tenía lugar en la clásica Sala Caracol con una afluencia de público bastante buena, y que sorprendió al grupo que afirmó que era la primera vez que tocaban para más de 100 personas en Madrid, a pesar de que en su última visita, recién editado el exquisito Anno Domini High Definition el grupo ya no solo se había convertido en una de las mayores apuestas de rock progresivo en Polonia, si no un proyecto exitoso a escala internacional, auspiciado en gran parte por su experiencia como teloneros de Dream Theater en 2007.
Los encargados de calentar motores fueron Maqama, un grupo compatriota de Riverside que ya cuenta con dos discos a sus espaldas, y que venían presentando Gospel of Judas, editado en 2012. La banda practica un hard-rock sin complicaciones, muy guitarrero y directo, con un cantante que no puede ocultar sus influencias por Eddie Vedder. A pesar de ser una apuesta muy compacta, su música sonó sin apenas empaque (no les vendría mal aderezar su sonido con una segunda guitarra) y su repertorio pasó sin pena ni gloria.
Riverside salieron a escena como cuarteto, pero al poco de arrancar con New Generation Slaves, su guitarrista Piotr Kozieradski tuvo que abandonar el escenario por problemas con su instrumento. El improvisado trío tuvo que apañárselas como pudo para llenar los minutos mientras se arreglaban los problemas técnicos, tirando de solos de teclado y punteos de bajo. El sonido de la Caracol como suele ser costumbre cumplió aunque personalmente hubiera dado más potencia a la guitarra en detrimento del teclado.
La banda polaca centró su setlist en su último disco, hecho positivo para mí, ya que en contra de lo que la crítica general ha venido postulando, no me parece para nada su disco más flojo. En cuanto a la dinámica del concierto, el grupo fue de menos a más en cuanto a intensidad. Las largas progresiones de temas como Living In The Past (de su EP Memories In My Head) y los terrenos de acidez psicodélica marca de la casa de su teclista, fueron interpretados con una ejecución impecable. A mitad del concierto el grupo comenzó a tocar temas más movidos, y desden Egonist Hedonist el concierto fue yéndose hacia arriba. 02 Panic Room nos hizo mover las cabezas con su groovy riff para volver hacia terrenos más melancólicos con la aclamada Conceiving You. Destacada la calidez y calidad de la voz de Mariusz Duda, sin duda, un cantante de su nivel hace un grupo de rock progresivo como Riverside sea capaz de tocar la fibra.
Tras otra pieza fuerte de su último disco, Escalator Shrine, el grupo dió paso al primer bis, después del cual llegaron los dos grandes hits del grupo: la setentera Celebrity Skin y las brillantes de dinámicas y hammonds de Left Out. Tras el segundo bis, la banda cerró con Second Life Syndrome, todo un himno donde salió a flote toda la vena progresiva del grupo y que bastó para redondear la noche. No hacía falta cruzar las opiniones con el resto de asistentes. Todos salimos con esa sonrisa de haber presenciado un gran concierto de una de las mejores bandas de progresivo del momento.
Setlist:
New Generation Slave The Depth of Self-Delusion Feel Like Falling Reality Dream III Living in the Past We Got Used to Us Egoist Hedonist 02 Panic Room Conceiving You Escalator Shrine —- Celebrity Touch Left Out —- Second Life SyndromeApoyános
