Octubre está siendo bastante interesante en Madrid en cuanto a los conciertos que estamos pudiendo disfrutar. El sábado tuvimos dos platos realmente fuertes: Chelsea Wolfe y Russian Circles en minigira europea, ahora compañeros del sello Sargent House y cuya colaboración también ha pasado a nivel discográfico al grabar juntos el tema Memorial que da el nombre al próximo y quinto disco del trío norteamericano.
La nueva reina de la escena dark apareció en escena envuelta en vaporoso chal blanco junto a otros tres miembros de su banda, encargados de batería, guitarra y bajo/sintetizadores, respectivamente. La de Sacramento comenzó con temas de su último disco Pain Is Beauty como Feral Love, Ancestors The Ancients y We Hit A Wall que funcionaron a las mil maravillas, y que un día más tarde todavía resuenan en mi cabeza. Más adelante fueron intercalándose temas de Apokalypsis junto a los del último disco, en el que se dió rienda suelta a su faceta más doom y oscura, que tuvo su cúspide en el ruidístico final de Echo, versión de la banda de anarco-punk británica Rudimentary Peni. Como remate final, Chelsea interpretó en solitario y con guitarra acústica el tema Lone. Sorprendentemente no hubo ninguna canción de su disco en acústico y solo el tema Moses como única referencia de The Grime And The Glow.
El sonido fue muy correcto y las bases electrónicas del disco fueron llevadas a la perfección al set de batería acústica. Tengo la sensación de que el público, aunque algo frío con el castillo de hielo que Wolfe supo crearse a su alrededor, se llevó una gran impresión del savoir-faire de la cantante. Por muchos efectos y filtros que pueda utilizar, lo cierto es que Wolfe realizó una interpretación sin mácula, completamente mística y hechizante, sustentada a su vez por unos instrumentistas que tuvieron una ejecución sobresaliente.
Aunque para mi no lo fueran, se palpaba la sensación de que Russian Circles eran el gran reclamo de la noche. El grupo, que ya nos visitó el año pasado en la presentación de Empros, sorprendentemente se ha embarcado en esta minigira con su último disco Memorial todavía sin estar editado oficialmente, y por ello solo interpretó dos temas nuevos: 1777 y Deficit, recurriendo para el resto del setlist a un buen reparto de temazos de sus anteriores discos.
Siendo justos hay que reconocer que el grupo tiene un directo avasallador, que gana enteros cuando la guitarra saca músculo y groove en su post-metal. Su imponente bajista Brian Cook lleva el peso del conjunto con su rocoso instrumento, y cuando es necesario recurre a las seis cuerdas, no obstante, Mike Sullivan es capaz de llevar al directo a la perfección los juegos de guitarras que ofrece en disco, con un ya nada novedoso sistema de samplearse y tocar sobre previos pasajes. Por otra parte Dave Turncratz es el verdadero solista, un espectáculo por sí solo, que debiera tener los parches de su batería hechos en adamantium para no llegar a romperla de la energía utilizada (benditos esos tapones que me libraron de las consecuencias). A pesar que en general el concierto fue notable, fue patente que el grupo no tuvo su mejor noche y un par de fallos técnicos y humanos dieron al traste con su reciente single Deficit. Lamentablemente, no pudimos ver una nueva aparición a Chelsea , ya que no fue interpretado Memorial, no obstante al final de velada (como sí pasó en Barcelona, algo me dice que fue por la política de la sala), el tremendo Youngblood sirvió para contrarrestar y llevarse de plano a un público que fue todo uno, subiendo y bajando sus cabezas al unísono.
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