Scout Niblett – It’s Up To Emma (2013)

Scout Niblett - It's Up To Emma

Al rock le siguen faltando mujeres. Es la primera conclusión que llega a mi cabeza después de escuchar a Scout Niblett. Todo es tan diferente con sus manos en la guitarra y su flexible voz, que solo ella misma parece constituir un género totalmente distinto. Ni más débil ni más dulce, tampoco más seductora ni más sutil que otras propuestas del género opuesto, alejada de todos los tópicos, Scout saca a la palestra un perfil representativo de la mujer real encarnado en rock de autor que, específicamente en el disco que nos atañe, trata de cicatrizar las heridas de una relación rota, preguntándose continuamente los porqués e incluso recurriendo a la potente visualización de su ex asesinado por ella misma, Gun.

I think I gonna buy me a gun /A nice little silver one /And in a crowd someday /You won’t see it coming anyway

Tres años separan este trabajo de su anterior The Calcination of Scout Niblett y a decir verdad, todo se mueve dentro de las coordinadas que se esperaban. Primaria y básica, asegurando la crudeza máxima en la elaboración, la música se reduce a poco más que Niblett, su guitarra y un espartano acompañamiento de percusión. Toda esta austeridad propicia lo que tan bien se le da a la artista británica, encontrar nervios y apelar a las emociones comunes. Es difícil no verse implicado, aunque no es un encontronazo directo. El disco no impacta, cala.

Siguiendo la comparación con su anterior trabajo, es patente que It’s Up To Emma se configura menos excéntrico o voluble pero, aunque parezca casi contradictorio, aupado por una mayor carga emocional. La forma en la que maneja la tensión de las cuerdas (tanto las vocales como las de la guitarra) es toda una experiencia en Woman And A Man. Los crescendos, que son la clave en el desarrollo de los temas, toman una fuerza cortante, y en otras veces como en What Can I Do? se permiten un clímax más melódico y redentor. También destaca otro tema más airado y visceral, All Night Long, y más leños en la hoguera de su ruptura sentimental: una versión de No Scrubs del grupo de R&B de los 90 TLC, que por muy comercial que fuera en su forma original, no desentona para nada en este repertorio.

Lo visteis en el top de 2013 de mi compañero Psichoboy y aunque fuera tarde, no quería desmerecer la oportunidad de reivindicar este genial trabajo, un efímero cántico al dolor, la confusión y la ira interna. Larga vida a Scout Niblett y que su querido Neptuno le brinde más años de inspiración que, aunque mal nos pese, sea a base de roturas de corazón.