Desde la publicación en 2008 de Með suð í eyrum við spilum endalaust (sí, he tenido que ir a la Wikipedia a buscarlo), no contábamos con nuevo material de Sigur Rós, obviando el tema inédito que incluyeron en su disco en directo Inni el año pasado. Y es que en 2009 los componentes de la banda anunciaron que se iban a tomar un descanso, dejando a medias la grabación de su nuevo disco, descrito por la propia banda como “más ambiental que Með suð í eyrum við spilum endalaust y Takk”. Ahora los islandeses han vuelto con Valtari retomando el material que supuestamente dejaron a medias hace unos 3 años.
Analizando la evolución del sonido de Sigur Rós y el trabajo en solitario de Jónsi, se podría pensar que la banda seguiría explorando el carácter más festivo y alegre de su música, pero al final la banda ha cumplido su promesa y han firmado su álbum más ambiental hasta la fecha. Algo que, aunque anunciado, no deja de sorprender si tenemos en cuenta la evolución del sonido de la banda en sus últimos trabajos hacia lo indie y ya casi totalmente ajenos al post-rock y al ambient.
Valtari es un disco de claro carácter instrospectivo, más parecido a Riceboy Sleeps que a los propios Sigur Rós. Las guitarras en casi ningún momento destacan, apenas hay momentos apoteósicos (de hecho sólo uno, al final de Varúð) y la voz de Jónsi aparece casi en un segundo plano, apareciendo más bien como elemento decorativo de las atmósferas. Los temas de carácter melancólico son mayoría (Ekki mukk, Dauðalogn, Varðeldur, Fjögur píanó, …), y en cierta manera se podría comparar con su (), aunque obviando todas las partes más “rockeras”.
Debido a esto, Valtari puede resultar un disco aburrido, especialmente en sus primeras escuchas, pero tiene la calidad suficiente para terminar enganchando al oyente más paciente, y es que a pesar del carácter ambiental del disco, la variedad de atmósferas es bastante notoria, y tiene auténticas joyas, como el tema que da título al álbum, una de las mejores composiciones de Sigur Rós en bastante tiempo. Os aseguro que el disco gana mucho con las escuchas.
Valtari no pasará a la historia como el mejor trabajo de Sigur Rós, pero tampoco como un tropiezo en su carrera, que viendo los chascos que nos estamos llevando últimamente con algunas bandas consagradas, no es poco.