Hubo un momento algo indeterminado en el que Soulsavers (Rick Machin y Ian Glover) dejó de ser un proyecto de electrónica para convertirse en un organismo mucho más complejo y vital, que se supo atraer a grandes y expertos vocalistas para alcanzar un tono mucho más humanista. Acompañados de Mark Lanegan, facturaron dos discos inapelables, de un enganchable groove el primero y de una dolida belleza el segundo.
Más tarde, convencidos para dar un exitoso golpe de timón, contarían con el frontman de Depeche Mode, Dave Gahan, como voz y alma de The Light The Dead See, que seguramente consciente de ello, iba a conseguir un resultado mucho más neutro. El viaje nos llevará al mismo destino que con Lanegan —la redención— aunque a través de unos caminos diferentes, que parecen mucho más personales al propio Gahan: una reflexión cargada de cicatrices, recuerdos y años de experiencia.
La Ribera Edit nos inicia con una armónica para abrir el disco de forma fuerte, y continuar con un tema corto pero voluntarioso titulado In The Morning. Destaca también el coreable Longest Day o el tono grave de Presence of God, el cual no sería descabellado compararlo con Anathema. Si algo destaca en esta nueva entrega de Soulsavers es que la instrumentación se vale y se sobra de guitarra acústica y un ligero arrope de cuerda para construir temas que echan raigambre en el corazón, capaces de levantar grácilmente el vuelo con coros femeninos a sus espaldas, un recurso que, mirado por otro lado, corre el riesgo de resultar demasiado recurrente y predecible como puede parecer en Bitterman.
Los temas conforman un memorándum de errores vitales en el que es difícil no verse reflejado al menos en parte. “I’ve got too far, too soon” implora Gahan antes de que una distorsionada guitarra sacuda la tranquilidad de Gone Too Far. Los bellos violines de Point Sur #1 nos mueven a Take Me Back Home, otro de esos temas con mucho espíritu soul, en los que no podremos resistirnos unirnos a las voces y añorar el calor del hogar. La sincera confesión de I Can’t Stay nos recuerda a Elbow y no es hasta Take —tercer single del disco— cuando se rompe el pacto de suavidad con unas incisivas puntadas del piano, mientras que Tonight es sabiamente elegido como la despedida del álbum.
The Light The Dead See es una legítima continuación de Broken, una obra claramente diseñada desde la famosa crisis de la media vida, pero parajódicamente con un claro carácter atemporal. El perfecto disco de la madurez de Dave Gahan, pero con el buen gusto y el sello inconfundible de Soulsavers.