Si hay un grupo que supo destacar dentro la oleada de bandas de post-hardcore/ emocore de finales de los 90, ese es Thursday. Aunque su éxito comercial nunca consiguió auparlos tanto como se las prometió su segundo disco, Full Collapse (2001), los de Nueva Jersey nos han dejado un histórico de discos realmente sólido y notable, sin haber nunca tropezado por el camino.
Ahora, siguiendo con la evolución lógica desde Common Existence (2009), Thursday nos confirman que han encontrado su verdadera identidad —en verdad de forma muy tardía, pero muy satisfactoriamente—, y que si bien el post-rock que encontramos en el split con Envy dejó importantes posos, fue sólo un experimento entre paréntesis.
Lo que encontramos en No Devolución es un trabajo de canciones bastante variadas y bastante fácil de escuchar, que aunque todavía conserve restos de furia post-hardcore como en Fast To The End, por regla general se mantiene en unos parámetros más melancólicos pero sin caer en medios tiempos o baladas. Las guitarras siguen estando ahí, creando riffs muy interesantes como en Open Quotes, o canciones de súbitas explosiones furiosas como Past and Future Ruins, donde entenderemos la presencia de Geoff Rickly en United Nations.
Pero comentaba antes, la melancolía y el aire de romanticismo queda más definido y elegante que nunca. No cabe duda de que Thursday siempre fue un grupo de gran peso emotivo, pero he de decir que Geoff Ricky nunca había conseguido convencerme del todo, pero con esta nueva y pulida faceta vocal me ha cautivado del todo. Ahora su voz suena frágil y aterciopleada, pero sin sonar tan atonal como de costumbre, aunque a decir verdad le ayuda la ingente cantidad de delays y reverbs utilizados. Geoff incluso se atreve a sostener con sus susurros todo un tema, como el experimental y etéreo Empty Glass.
Otras piezas clave de la maduración de su sonido recae en la producción —esos cameos electrónicos de A Darker Forest— y en la aportación de Andrew Everding a los teclados, que más presentes que nunca, visten mucho a los temas, e incluso se presentan en toda la vanguardia del sonido, como en Millimeter o en A Gun In The First Act. Los teclados también destacan en No Answers, otro de los mejores temas, donde los cambios de dinámica construyen una canción sensacional, muy alejada de la típica balada.
Puede que no sea su mejor disco, pero no se puede negar que están inmersos en una bella etapa de inspiración. Aunque los fans que prefieran a los antiguos Thursday se verán decepcionados, creo que la evolución ha sido muy positiva, y posiblemente sorprenda tanto a seguidores como a otros que nunca les prestaron atención.