Sí, le tocó. La crítica maldita se ha completado (referencia a los más viejos del lugar) ¿que pasará ahora? Nadie lo sabe… Hablo sin lugar a dudas de ese disco que ya podemos sustantivar como «El Lateralus» a estas alturas lo raro sería no conocerlo. Un disco que fue directamente engullido por su propia leyenda creando un post-hype que le ha acabado perjudicando más que beneficiando gracias algunos exaltados que aún íbamos en chándal (sí, me incluyo) comprendedlo, acabábamos de dejar los noventa, éramos jóvenes y alguno se hacía llamar TPT.
A pesar de ello, con algo de perspectiva historia siempre defenderé que lo que nos dejaron Tool con este disco es mayúsculo. Su disco más grande con permiso de su anterior trabajo (Aenima – 1996) que en su momento no dejó indiferente a nadie. Y entonces llegó un 2001, cambiaron la fórmula, algunos dijeron que fueron por derroteros más comerciales; otros que era un cambio necesario. Fuese lo que fuese, triunfó. Aún recuerdo que la primera canción que escuché de este disco fue «The Patient» y aún me sigue sorprendiendo ese cambio de roles entre el bajo y la guitarra al comienzo de la canción. No sería más que una de las múltiples sorpresas que nos íbamos a encontrar.
Entonces alguien destapó el gran «secreto» del disco, numerología, secuencias numéricas, mensajes encriptados…etc. Todo fue carnaza de foros en el que cualquiera quería encontrar su código da vinci en el disco, al principio esto aumento la leyenda hasta límites insospechados pero pronto con el tiempo se generó su «contra-leyenda», contando también con la estimable colaboración de ese ego/idiota/genio/cantante que responde al nombre de Maynard James Keenan y que sus salidas de tono son bien conocidas.
¿Que paso entonces? muchos olvidaron la verdadera importancia del Lateralus, su música. Que en opinión de un servidor es la verdadera importancia de eso que llamamos «disco» y despegándonos de esta leyenda y entrando en lo musical, para mí este disco supera el 10 y es capaz de medirse a los discos más grandes de esta década (como me gusta lo de las décadas).
Como veis más que una crítica es un repaso por la historia del Lateralus, hacer una crítica en lo propio de la palabra se me antojaba redundante, no obstante y teniendo en cuenta a los más jóvenes del lugar les diré que en este disco podrán encontrar una de las baterías más alucinantes (si, esa es la palabra) de las que tengo conocimiento ¿No me creen? «Ticks & Leeches», «Lateralus» o «Parabola» son algunos ejemplos prácticos. En general todos los componentes funcionan como un solo engranaje, solo resistiéndose la guitarra en algunos tramos del disco y aun así dejándonos piezas tan originales como «Eon Blue Apocalypse». Las líneas de bajo son un trabajo excelente y la parte vocal no está exenta de halagos. En lateralus encontraron tiempo para tocar verdaderos temas fuertes como es la propia «Ticks & Leeches», verdaderas baladas toolianas como es «Disposition» y todo ello convertirlo en un álbum conceptual.
Un disco definitivamente que para mí su secreto ha sido haber llegado a puntos comerciales accesibles a la mayoría de oyentes pero nunca rebajando la calidad técnica y queriendo ir siempre por donde quería. Siempre estuvo en ese equilibrio imposible de encontrar para algunos entre critica y publico; entre independiente y comercial.
Así pues, les invito a que desempolven virtualmente su LP y les den unas cuantas escuchas o que se bajen esta versión en MP3 a 320, (cortesía de Aristodrigo) ¡estamos que lo tiramos!