Tops 2018 – Discos Nacionales

Los 10 mejores discos nacionales que para el staff de SuicideByStar han sido conforman el Top 2018 son los siguientes:

10

Hipoxia

Rvinae Ira, Creans Rvina Eo Tempore Est: Monvmentvm Ab Khaos II

El tercer LP de este grupo madrileño de sludge continua la saga comenzada por su anterior disco (publicado en 2016), y si bien se presenta en un formato algo más compacto, justo bajo la marca de los 40 minutos, musicalmente continua cada vez más en la senda del drone arrastradizo y oscuro. Haciendo honor a su nombre, la música de Hipoxia te agarra del cuello y no te deja ir hasta que tu cerebro se nubla.

9

Balmog

Vacvvm

De la fértil escena gallega de black metal llega el tercer LP de Balmog, banda que recoge elementos de disonancia, melodicismo y ocultismo con el suficiente tino y buen gusto como para colocarlos entre los grandes nombres del black metal moderno.

8

Niño de Elche

Antología del Cante Flamenco Heterodoxo

Paco Contreras vive en la periferia del flamenco, estirando sus fronteras hacia todos los puntos cardinales, no importa éste se rompa o adapte formas totalmente heterodoxas, como así indica el nombre del extenso trabajo realizado bajo la batuta artística y de producción de Pedro G. Romero y Raül Refree, respectivamente. En el disco donde encontramos una brutal fusión de diferentes facetas artísticas (clásicos flamencos, música electrónica, ensayos políticos, literatura y poesía, canción de autor) que es capaz de conjugar fandangos, seguiriyas y tanguillos populares con personalidades como Eugenio Noel, Mikel Laboa, Timb Bucley, e incluso, Lola Flores. El resultado no dejará a nadie indiferente.

7

Yung Beef

ANDROMICFMS

Independientemente del personaje que se ha montado, Yung Beef es una de las figuras más interesantes del rap español actual. Esta mixtape es un buen reflejo de su producción musical: no muy refinada, hiperactiva y con muy pocos filtros. Así, nos encontramos con un excesivo trabajo de 17 temas muy desiguales, tanto en calidad como en tono: hay sentimentalismo y lisergia, pero también perreo y fiesta, y aunque la temática mayormente ególatra puede saturar, queda compensada con las imaginativas bases, especialmente las ideadas por Steve Lean y la 808 Mafia. Un buen resumen de lo que es Yung Beef: un personaje con claras imperfecciones pero con un magnetismo realmente único.

6

Délirant

Délirant

Esta misteriosa one-man band alicantina ha conseguido llamar la atención del igualmente enigmático sello Mystikaos con su debut autotitulado y no es para menos puesto que se trata de black metal pesadillesco en el mejor estilo de unos Wormlust capaz de poner los pelos de punta hasta al más experimentado psiconauta lovecraftiano.

5

Giante

This Is Fine

Podemos aventurar que el debut de Giante es una joya del post-hardcore nacional, no solo de 2018 si no de muchos años por venir. Surgidos de la prolífica escena vitoriana, este cuarteto despacha con una naturalidad y savoir faire sorprendentes doce cortes urgentes y coloridos con reminiscencias del rock alternativo, con gran sentido de la melodía pero sin perder un ápice de filo. Desde el punto de vista temático el disco cuenta doce historias personales inspiradas en doce masacres (alguna que otra sucedida dentro de nuestras fronteras), y uno de ellos con letras en euskera.

4

Rrucculla

SHo͝oSH

Una de las grandes sorpresas del año, encima en un género como el de la electrónica experimental que no está excesivamente cultivado en este país. SHo͝oSH nace bajo la idea de explorar cómo sonaría el free jazz si fuese compuesto por niños, y el resultado es caótico y alegre, en el que se mezclan una batería “analógica” con todo tipo de bases, beats y texturas. En RRUCCULLA hay bastante de Flying Lotus, Arca, Mr. Bungle o el math-rock asiático, pero todo pasado por un tamiz para evitar el empacho. Lo dicho, todo un descubrimiento.

3

Erik Urano

Balaclava

Pocos artistas de hip hop españoles pueden presumir de ser tan fieles a sí mismos como Erik Urano. Balaclava es denso, oscuro. Un agujero negro que engulle cualquier mensaje positivo, que mira de cara al futuro porque ya ha estado allí. Valladolor es un “piensa local, destruye global”, donde las referencias al frío y la ciencia ficción casan a la perfección con una paleta de grises (gélidos) de producciones a medida. Grime, break beat, y muchos graves que en sólo 5 canciones nos han dejado a merced de Urano.

2

Lisabö

Eta edertasunaren lorratzetan biluztu ginen

Lisabö han repetido la jugada: disco en diciembre sin anuncio previo tal como hicieron hace 7 años con su magnífico Animalia lotsatuen putzua. Y de nuevo nos encontramos ante un discazo para poner nuestros tops patas arriba. El sonido de la banda no evoluciona demasiado, pero toca las palancas justas para no sonar a refrito: hay menos melodía y suenan menos post-hardcore que nunca, lo que convierte en uno de los discos más áridos de Lisabö (que ya es decir). Pero no nos vamos a quejar: Lisabö son un grupo totalmente único, y no podemos más que aplaudir cualquier referencia nueva suya, sobretodo si tiene la calidad de este Eta edertasunaren lorratzetan biluztu ginen.

1

Rosalía

El Mal Querer

El fenómeno del Mal Querer es tan grande como las lonas que han promocionado su lanzamiento en el centro de las grandes ciudades españolas. La sobreexposición a Rosalía no ha disminuido ni un segundo la calidad de su trabajo, que en una extraña conjunción de planetas ha unido a crítica y público dispares, sobrevolando polémicas y acusaciones de apropiación cultural. De hit del verano a experimentación total, poco más podemos decir de El Mal Querer: deja a la catalana al nivel que merece, flamenco mediante. Entre las grandes estrellas internacionales de la música urbana.