Para Toundra la noche del 10 de diciembre siempre será una noche especial, al igual que para muchos de sus seguidores que pudieron disfrutar de un concierto único. Los chicos de Toundra pusieron sobre la mesa todas sus cartas, sin teloneros nos iban a ofrecer sus dos únicos discos tocados en directo, del tirón y en una sala que estuvo a la altura de su música.
En la sala Caracol se respiraba el ambiente de una entrañable despedida, más bien un hasta pronto. El grupo dejó tras el telón del escenario todo preparado y asumieron la responsabilidad de ser los culpables de hacer colgar el cartel de entradas agotadas en la noche que se jugaba el clásico de nuestro futbol. Una vez dentro de la sala, pudimos ver a un lado unos proyectores que se encargaron de mostrar sobre la pared algunos videos de la banda durante todo el concierto , esto unido al gran juego de luces escogido por el grupo permitió dar mayor encanto a cada fragmento de sus discos. El público (que se portó a las mil maravillas) se impacientaba por el pequeño retraso debido a la continua entrada de asistentes, y casi a las diez de la noche, con la sala llena y sin agobios tomamos una posición centrada desde donde recibimos al grupo.
El concierto empezó lógicamente con su primer disco, dejándonos ver el mimo con el que nos prepararon este concierto. El sonido era inmejorable, cada instrumento se podía escuchar claramente por separado, era fácil distinguir la ejecución de cada uno de los miembros del grupo elaborando en conjunto cada tema del disco de una manera espectacular. Durante todo el concierto no solo era fácil cerrar los ojos e imaginarte un mundo, sino que el buen hacer de la banda te invitaba a ello. De esta primera parte destacaría Jauría, que consiguió centrar nuestra atención desde el primer momento y Medusa, un tema ideal para sus directos pues desprende una dosis de energía grandiosa.
Tras un breve descanso que nos permitió comentar entre el público lo sorprendentemente bien que sonó la primera parte y adivinando lo grandioso del último acto, el cuarteto volvió al escenario para ofrecernos su segundo disco. Tchod dió paso a Magreb de la misma forma que en el disco y sus diez minutos de duración se me pasaron volando, el grupo consiguió hiponotizarnos como si estuviéramos viendo la película más entretenida. Más emocionante fue aún si cabe la entrada de Zanzíbar donde el grupo nos guió con soltura entre sus diferentes ritmos y cambios de intensidad. El grupo consiguió plasmar el alma de cada disco, tras un rock instrumental más básico con su primero, en el segundo comenzaron a sucederse los distintos matices y nuevas sensaciones. Para Voland nos tenían reservada una sorpresa puesto que pudimos disfrutar del tema tal y como lo grabaron, con sus instrumentos de percusión y su guitarra acústica, fue un momento alegre y divertido, un acierto por parte del grupo y una buena interpretación por parte de otro colaborador, Rubén (batería de Mopane). Durante distintos tramos del concierto se pudo disfrutar de la colaboración a la guitarra de Héctor (Gone With The Pain). La segunda parte del concierto estuvo repleta de grandes momentos. Qué decir del arrollador final de Danubio o la interpretación al chello de Shehrezade, compañera de Emerge, para poner el broche final con Bizancio y recibir el fuerte aplauso de su público.
Los cuatro de Toundra (Alex, Esteban, Víctor y Alberto) pueden sentirse orgullosos del concierto ofrecido. Atrás han quedado ya sus inicios, sus numerosos conciertos en salas pequeñas y pubs, el sábado llenaron la sala Caracol sin teloneros, reuniendo a una legión de afortunados que pudieron disfrutar de una música estupenda y de la sonrisa de quienes se sienten seguros con lo que hacen y disfrutan con ello. Por nuestra parte, pudimos ser testigos del crecimiento de una banda que se retira a grabar su tercer disco. Ardua tarea, pues el listón dejado con (II) es muy alto. Aunque con el directo del sábado 10 de diciembre tengo la impresión de que no han hecho más que incrementar las expectativas de todo su público.
Videos por: patpatpat
Fotos por: patpatpat, reichel y rememorama