Trent Reznor & Atticus Ross – The Girl With The Dragon Tattoo (2011)

Hace unos 10 años, nadie hubiese pensado que Trent Reznor terminaría galardonado con un Oscar por su banda sonora para La Red Social de David Fincher. Y mucho menos que esto de las bandas sonoras se convertiría en una de sus principales ocupaciones. Junto a Atticus Ross (la mano derecha de Trent desde With Teeth), Reznor parece haberse convertido en el compositor fetiche de David Fincher, lo que les ha llevado a componer la banda sonora de la nueva película de director: la adaptación al cine del famoso libro Los hombres que no amaban a las mujeres.

Pero para entender este disco y su contexto, quizás haya que repasar las obras más recientes de Reznor. Trent se despidió de usar el nombre de Nine Inch Nails (por lo menos hasta el año que viene) tras una serie de discos dónde ya mostraba una cierta falta de ideas: Ghost I-IV (4 discos de temas instrumentales co-escritos con Atticus Ross) y The Slip (soso disco de despedida distribuido gratuitamente por Internet). Ambos trabajos muestran cierto cariz experimental (musical en el primero, de marketing en el segundo) que hacían que su baja calidad fuese perdonada (al menos comparado con las obras previas de NIN). Tras el parón de su banda principal, Reznor ha sacado 2 trabajos: el EP de debut de How To Destroy Angels (proyecto con su mujer Marequeen Maandig y con Atticus Ross otra vez) y la, citada al principio, banda sonora de La Red Social. Ambos trabajos confirmaban que los últimos tropezones de NIN no eran una casualidad, y ciertos ticks en la musica de Reznor y Ross comenzaban a resultar molestos (melodías de piano y bases usadas una y otra vez con pocas variaciones, por poner un ejemplo). No quiero confundiros, la nueva música de ambos músicos está todavía lejos de ser “mala”, pero uno no puede evitar pensar que está escuchando interludios descartados de Nine Inch Nails.

Tras todo esto, llega la banda sonora de Los hombres que no amaban a las mujeres, y podemos confirmar que no deja de ser otro paso más en la actual decadencia del bueno de Trent. Nos encontramos de nuevo con un disco ambiental, muy centrado en los juguetitos electrónicos de Ross y Reznor y las melodías de piano marca de la casa (más conocidas entre el staff de la web como “pianitos Trent”). Sí que se nota un aire mucho más oscuro e insano que en La Red Social (obvio teniendo en cuenta a las películas a las que está dirigidas ambos trabajos), y con más presencia de guitarras (lo que le acerca a Ghost I-IV), pero esa impresión de estar escuchando intros anodinas de NIN no hace más que acrecentarse, sobre todo si tenemos en cuenta que la duración del disco llega a las 3 horas. Ante la poca variación sonora del álbum, nos encontramos con el que sea seguramente el peor disco de Reznor, o al menos el más aburrido: aguantar del tirón su último trabajo supone un esfuerzo que no creo que todo el mundo quiera o pueda aceptar. Sólo destaca alguna canción suelta (A Thousand Details o Great Bird Of Prey) y la versión que ha hecho de Immigrant Song de Led Zeppelin junto a Karen O, que suena a unos NIN en baja forma, pero al menos no tan sosos como en The Slip.

No sé si las 3 horas que dura el disco responde a una ida de pinza de Trent, si se lo tiene muy creído, o es una maniobra comercial rara. Sea como fuese, mucho tiene que espabilar Reznor para volver a tener la confianza que se tenía sobre él antes. Veremos si en 2012, con la vuelta de Nine Inch Nails y de How To Destroy Angels consigue que recuperemos la fe en San Trent Reznor de Todos los Santos.