Ya comenté el otro día que en Extremadura tenemos pocas oportunidades de ver según que tipo de grupos en directo. Por eso los cacereños no podemos más que alegrarnos de que el pub Barroco se haya reconvertido en una sala de conciertos. Y qué mejor manera de visitarla por primera vez que para ver a Triángulo de Amor Bizarro, en plena gira después de sacar uno de los mejores discos nacionales de 2010: Año Santo.
Tras esperar casi una hora para que arrancase el concierto (no sé si con la estrategia de que nos dejásemos el dinero en cubatas) saltaban a un pequeño escenario los componentes de Triángulo dispuestos a repasar sus dos discos ante una sala con un aforo bastante aceptable. Pero al sonar las primeras notas ya pudimos comprobar lo que nos esperaba: un sonido descompensado, con la batería que se comía al resto de los instrumentos y haciendo casi inteligibles la voz de los cantantes. Vale que Triángulo no tengan un sonido muy limpio en disco, pero una cosa es ese aire lo-fi y saturado y otra es tener que intuir las canciones que sonaban (curiosamente en los vídeos se entiende mejor, supongo que por el sonido a lata).
Partiendo de esto, poco importaba lo acertado del setlist si sólo se escucha la batería a un volumen infernal, perdiéndose por el camino todos los matices de las guitarras y la contundencia del bajo. No sé si sería culpa del grupo o de la sala (primera experiencia que tengo con ambos), pero todo condujo a un concierto tedioso que por suerte no duró demasiado. Curiosamente parte del público parecía entusiasmado bailando y cantando los hits del grupo, pero por las caras de la gente creo que no era el único que a los 20 minutos estaba ya mirando el reloj. Lo único destacable fue el simpático gesto que tuvieron al final dejando subir a un chaval a tocar el bajo.
Espero repetir con Triángulo de Amor Bizarro en otras condiciones, y repetir en el pub Barroco con otros grupos. Eso sí, a los primeros decir que cuiden un poco más su sonido, porque lo de Cáceres fue inaceptable, aburrido y decepcionante. A los segundos, espero que los retrasos y el mal sonido fuese sólo cosa de ese día, porque si no poco futuro le veo como sala de conciertos; y de paso que controlen un poco a la gente que fuma y el precio de los cubatas.