El hombre primitivo imitaba lo que respetaba, veneraba o amaba. Ya fuera en un primer momento reproduciendo el movimiento circular del Sol o más tarde dando vueltas a sus ídolos religiosos, la circunvalación se convirtió en un ritual básico común a todas las tradiciones religiosas. True Widow se han inspirado en este poderoso concepto para dar título a su tercer trabajo en formato de larga duración, un trabajo con el que los texanos pretenden hacernos entrar en su personal e hipnótica procesión que gira alrededor de letárgicas espirales de arpegios y lánguidas melodías.
Vive lento, muere viejo
En el rock, el término pesado se emplea generalmente para referirse a los sonidos de guitarras contundentes lo que nos hace olvidar que la pesadez también puede expresarse a través de otras vías, como la que nos ofrece el slowcore. Sin necesidad de sonar demasiado graves, las guitarras de Circumambulation, además de ir al paso de esa característica lentitud, tienen un aire rotundo y los bordones que rematan los fraseos de Creeper ejemplifican el oscuro poso de su sonido. La madeja de arpegios es pegajosa y recurrente, pero lejos de hacer una gran bola con todo este sonido, True Widow sabe deshilacharla con destreza, consiguiendo un sonido muy ligero que en temas como HW:R podría trazar similitudes con unos Sonic Youth más cuerdos y pesimistas o con unos Hole pasados por un filtro doom.
Monotonía no es tedio
Construyendo sobre un sólido armazón de acordes básicos, Dan Phillips (guitarra) y Nicole Estill (bajo) se reparten equitativamente las labores vocales, dejándonos a medio camino entre la frontera que separa la música de condena y de las ensoñaciones shoegaze más juveniles. Ambos son piezas clave, capaces de hacernos entender esta historia y regalarnos melodías tan evocativas como Fourth Teeth. Aunque la portada se muestre tan lúgrube, temas como éste se desvelan más hedonistas y superficiales. Todo un tema del verano para gente del invierno.
Es cierto que la monotonía es una constante en este disco, sin embargo es justa y necesaria. Las baterías tañen ritmos de ciclos insondables como la cadencia con la que un reo de muerte se encaminaría hacia la silla eléctrica, regalando los minutos a sabiendas de que el tiempo no cambiará su destino.
Llegando desde el underground pero a por cimas más altas
True Widow han conseguido firmar una obra de exquisito gusto, genuina y de sensaciones contagiosas, y es que, aunque sus parsimoniosos ritmos puedan apuntar a lo contrario, las canciones no dejan aburrirte en ningún momento. Circumambulation es un disco que disecciona el rock en slow-motion y consigue traernos una nueva visión de la realidad. No más oscura ni más decadente, no menos virtuosa ni menos lúcida. Solo una nueva visión para aquellos que no están acostumbrados a saborear la comida en la boca.