Veronica Falls son un cuarteto londinense cuya música podría calificarse de forma simplista como indie pop, aunque de corte bastante serio y pesimista en gran parte del álbum. En algunos momentos —aunque quizás sea más cosa mía que una realidad— parece notarse una cadencia bastante post punk en la melodía, remarcando así el cariz triste de alguna de sus canciones. Cuando los escuché por primera vez me vinieron a la cabeza grupos como The Pains of Being Pure at Heart, Belle & Seabastian e incluso Arcade Fire en algunos toques. Si os gustan esos grupos no creo que este disco haga menos que gustaros mucho.
No voy a entrar en analizar los temas por separado ya que una de las virtudes del álbum es su constancia y equilibrio. Me ha sorprendido la elegancia y buen gusto en el uso de los coros —presentes de principio a fin— así como de la combinación de voces femeninas y masculinas. Otro de los puntos fuertes del disco es lo bien que manejan la contraposición entre optimismo y negativismo. Tan pronto suenan a pop británico con una voz dulce como pasan a los coros amargos y las guitarras algo más ruidosas. Como último punto remarcar que su corta duración —35 minutos— y lo corto que es lo hace muy facil de escuchar y, muy posiblemente, varias veces seguidas.
Descubiertos in extremis a falta de dos semanas para acabar el año, Veronica Falls me han obligado a incluirlos en mi lista de lo mejor que he escuchado este año. La calidad del disco —debut para más inri— es innegable.