¿Recordáis esa gran escena en la que Conan El Bárbaro, respaldado por sus compañeros de aventuras, Subotai y Valeria, se internan en la torre fortificada del Culto a la Serpiente? Efectivamente, si tenéis un mínimo de gusto por la cinematografía fantástica recordaréis esa gran orgía de decenas de féminas cultistas, contemplada desde su trono por Thulsa Doom, el cual se transforma en serpiente, en un litúrgico ambiente de misticismo y magia.
La sacerdotisa que nos susurra secretos de dioses sin nombre
Esa es precisamente la imagen que se forma en mi cabeza con los dos primeros temas de Lingua Ignota. Si con su primer trabajo ubicábamos a Wind Atlas en un área estilística cercana al dream-pop y al shoegaze más intimista, ahora el cuarteto se muestra expeditivo en bajar de los cielos y descender de esas etéreas y ensoñadora atmósferas. Su propuesta pisa el suelo y se hace terrestre. El bajo está más presente que nunca y las percusiones estampan rotundas vibraciones. Las voces de Andrea vienen definidas por todo lo que alguna vez nos pareció exótico, cargadas de olores a incienso y mantras védicos que a veces suenan lejanos y en otros momentos parecen adueñarse de tu mente, donde por mi podrían quedarse a vivir siempre.
Lejos de quedarnos estancados en esta escenografía musical, la historia avanza y Wind Atlas se mueven a nuevos ambientes en los que se asientan con la misma vehemencia. Antes de volver a Oriente con la fantástica Ecdisis, The Sun Rises recupera el dream-pop, jugando con los matices y la suavidad, Stalker genera desasosiego con las disonancias y el ruidismo, y The Goddess Is Where It Is Venerated nos sorprende en clave post-punk con su profusión de sintetizadores. Finalmente, el disco acaba diluyéndose con dos cortes más humildes y de menor densidad sonora, con Andrea despidiéndose como si los vientos marinos portasen su letanía desde una lejana tierra de nostalgia y esperanza.
Evolucionar con esta firmeza está al alcance de pocos. Lingua Ignota no presenta ni una fisura aún cuando se encuentra tan expuesto al tener que jugar a tan corta distancia con el oyente, donde nada esconde nada. Más sólido y menos disperso que su anterior referencia, Wind Atlas han tenido éxito indiscutible con su nuevo disco.