Year of No Light hasta el momento han conformado una discografía que ha ido creciendo a base de discazos. Con su debut, Nord, ya llamó la atención de muchos, conjugando doom, hardcore y post-metal con un gusto exquisito. Su continuación, Ausserwelt, un disco instrumental y bastante atmosférico, supuso un giro brusco en su sonido del que salieron victoriosos, ganándose los parabienes de la crítica y el público (de hecho apareció en numerosas listas a lo mejor de 2010, incluida la de nuestra web). Aún con solo dos larga duración hasta la fecha, Year of No Light no han parado, apareciendo en numerosos splits con gente como Rosetta, Nadja o Altar of Plagues; e incluso este año reimaginaron la banda sonora de la película Vampyr. Por suerte para nosotros, el grupo acaba de estrenar su tercer disco: Tocsin, que no baja ni un ápice el nivel que han llevado hasta ahora.
La canción homónima a Tocsin, arranca el disco en un lento crescendo. Aumentando muy poco a poco el músculo de sus guitarras, estas se dejan acompañar por una sección de instrumentos de viento de aparición intermitentemente, que imprimen a la atmósfera una grandilocuencia que le viene como anillo al dedo a los pesados riffs que despliega la banda. Entre acoples, Tocsin deja paso a Géhenne con riffs mucho más afilados, dejando de un lado las largas progresiones de más de 10 minutos, para dejarnos 5 minutos eléctricos de guitarras aceleradas y demostrando que Year Of no Light no se ha olvidado qué es el doble bombo. Un contrapunto genial a lo que es el resto del disco, y que deja claro que la banda sigue sabiendo meter zapatilla de la buena.
Désolation quizás sea el tema más emocional del disco, con una visión melancólica (el título del tema no podría ser más adecuado) de las atmósferas oscuras que tan bien definieron en su anterior disco. Con una base de trémolos de corte bastante post-rockero y una estructura acorde a ellos, la banda va tornando la calma tristeza inicial en algo mucho más desgarrador y desesperado, gracias al magnífico uso de unos discretos sintetizadores que casi parecen voces humanas haciendo coros. Stella Rectrix quizás sea uno de los mejores temas que han compuesto Year of No Light en su carrera, oscuro como el carbón y donde su compleja estructura alberga casi todas las facetas del sonido de la banda, desde la más ensimismada a la más violenta. 13 minutos de puro goce que ya merecen la escucha de Tocsin. Alamüt pone el broche al disco, con otro crescendo que deriva a momentos que supuran pura “maldad” y que terminan quebrando en guitarras sepultadas bajo distorsiones, quedándote con ganas de volver a recorrer el peculiar viaje que nos proponen Year of No Light en este disco.
Tocsin no supone el cambio que hubo entre Nord y Ausserwelt, pero está lejos de resultar un estancamiento en el sonido del grupo. En este último trabajo la banda muestra más músculo que su anterior referencia, mirando más a su vertiente más metalera, pero sin renunciar a esas peculiares atmósferas que nos encandilaron en Ausserwelt. Year Of No Light superan la dura prueba de seguir con el nivel que venían demostrando con sobresaliente.